MALCONTENT
“A mechanical piling of horror upon horror.”
"Un amontonamiento sistemático de horror sobre horror"
William Archer
Grumelot y Teatro en Tránsito presentan MALCONTENT, un espectáculo de pequeño formato, libremente basado en La Duquesa de Malfi de John Webster, dirigido por Owen Horsley y con texto original de Jose Padilla.
Juan Blanco, Carlota Gaviño, Javier Lara, Iñigo Rodríguez-Claro y el propio Jose Padilla trabajarán como actores a las órdenes del jovencísimo director inglés en un proceso de investigación y creación en torno a los temas y personajes centrales de La Duquesa de Malfi para generar un texto original que beba del mundo de la tragedia jacobina y actualice formalmente las inmortales preocupaciones de Webster.
El encuentro de lo que podría ser el reflejo doble de un mismo espejo: dos culturas y dos tradiciones teatrales, la inglesa y la española; dos autores: John Webster y Jose Padilla; dos tiempos: los principios del Siglo XVII y los principios del Siglo XXI; para generar un espectáculo sobre la corrupción en todas sus formas y las relaciones entre vida pública y vida privada, familia e individuo, religión y estado, en un mundo de perversiones y ambiciones fuera de control en el que la insatisfacción, el descontento, el malcontent, es la sensación dominante.
“Go no farther in your cruelty”
"No vayas más allá en tu crueldad"
LA DUQUESA DE MALFI: La controversia del sensacionalismo
La Duquesa de Malfi de John Webster, estrenada entre 1613 y 1614 por The King’s Men en el teatro cubierto de Blackfriars, dramatiza la historia real de la italiana Giovanna d'Aragona, novelada por Bandello, versionada por el francés Belleforest y llegada a Inglaterra en versión de William Painter. La historia de Giovanna d’Aragona resuena en el pasado inglés en aquella de Catherine de Valois, viuda de Enrique V, y en la actualidad de Webster en el escándalo de la boda, en 1610, de Lady Arbella Stuart, prima del rey Jacobo I, con un intelectual de Oxford en contra de la prohibición explícita del rey.
Webster toma una fuente de la tradición literaria basada en hechos reales y con resonancias contemporáneas a su público para construir un relato de terror -híbrido de alta tragedia y revenge play-, que por su efectismo ha sido calificado de "sensacionalista", en el que una espiral de crueldad se despliega sobre los personajes hasta la total destrucción del sistema de relaciones de la pieza.
En un mundo de asfixiantes relaciones fraternales, la Duquesa viuda de Malfi, tomando por esposo en secreto a su mayordomo Antonio, se enfrenta a sus dos poderosos hermanos: Fernando y el Cardenal. Un espía a las órdenes de los hermanos de la Duquesa, Bosola, malcontent por excelencia, descubre el matrimonio y el embarazo que la pareja ha mantenido en secreto durante nueve meses y lo comunica a Fernando. La venganza de éste sobre su hermana desarrolla hasta límites casi cómicos la idea de crueldad: en su encierro es rodeada de dementes, cuerpos de cera a imitación de los cadáveres de su marido y sus hijos, ataúdes y sogas que, presentadas como “regalo de su hermano”, terminarán siendo instrumento de su muerte. Mientras, el Cardenal, que ha excomulgado en público a su hermana y a Antonio por inmoralidad, asesina a su amante, Julia, obligándola a lamer una biblia envenenada. Tras la interminable tortura, el personaje que da título a la pieza muere en el acto IV, dejando la acción de todo el acto V en manos de Bosola quien, arrepentido, decide vengar a la Duquesa y librarse del yugo de sus superiores, Fernando y el Cardenal, a quienes acaba asesinando así como, aunque en este caso por error, a Antonio. Al final de la pieza, solo Bosola y uno de los herederos de Antonio y la Duquesa sobreviven en el universo de Malfi.
El voyeurismo y el espionaje; la corrupción del individuo y del estado; la perversión y falsedad de la religión; la inoperancia de la familia y la inestabilidad de la identidad individual; la capacidad del ser humano para la crueldad, configuran en La Duquesa de Malfi un apretado mosaico temático que, lejos de ser planteado intelectualmente, se presenta como sucesión de imágenes, de atmósferas, de sensaciones: como un compacto y oscuro espejo del corrompido mundo.
En conjunto la pieza -"un mapa bidimensional de estados de ánimo y personalidades en relación recíproca", según Ellis-Fermor-, constituye un todo sorprendentemente atractivo en su oscuridad: un mundo claustrofóbico y sofocante, pero también fascinante en su brillantez.
FICHA ARTÍSTICA
FICHA ARTÍSTICA
“I account this world a tedious theatre, for I do play a part in’t ‘gainst my will”
"Tengo a este mundo por un teatro perverso, pues interpreto en él un papel contra mi voluntad"
ELENCO
Juan Blanco
Carlota Gaviño
Javier Lara
Jose Padilla
Iñigo Rodríguez-Claro
EQUIPO ARTÍSTICO
Dirección
Owen Horsley
Dramaturgia
Jose Padilla
Escenografía y Vestuario
Owen Horsley
Grumelot
Iluminación
Cesar Cortés
Javier L. Patiño
Espacio Sonoro
Agustín Batista
Ángel Galán
Audiovisuales
David G. Vargas
Agustín Batista
Diseño Gráfico
Claudia Gaviño
Producción Ejecutiva
Carlos Aladro
Leticia Rodríguez
Director de Producción
Federico Aladro
Ayudante de Producción
Verónica Farizo
Adjunto a la Producción
Javier Ortiz
Ayudante de Dirección
Javier L. Patiño
Fotografía
David G. Vargas
“He’s come.”
"Él ha venido"
¿POR QUÉ LA DUQUESA DE MALFI? ¿POR QUÉ GRUMELOT?
La Duquesa de Malfi de John Webster es la pieza no shakespeariana más representada en los escenarios contemporáneos en los países de habla inglesa. Su temática, en torno al voyeurismo y la crueldad, mezclada con las apasionantes vidas de sus jóvenes, bellos y poderosos protagonistas la convierten en una historia con la que el público actual contacta fácil e inmediatamente. El decadente mundo de la obra parece un trasunto de aquel sobre el que leemos todos los días en los periódicos y la prensa del corazón: un mundo que nos fascina, disgusta y reta a partes iguales. La obra es prácticamente desconocida en España y sólo hay registro de un estreno de la misma en el último siglo, lo que resulta sorprendente considerando la importancia que tradicionalmente parecen tener en el mundo español dos aspectos que se configuran como ejes temáticos centrales del texto: las relaciones entre sociedad y religión, y los poderosos nudos familiares. Recientemente, trabajando sobre la obra en un taller en Madrid, he podido comprobar la sorpresa de los actores españoles al descubrir cuán contemporánea les resultaba. Desafortunadamente, la traducción al español existente data de 1920 y, aunque las situaciones respetaban el original inglés, el lenguaje resultaba arcaico y difícil de encarnar. Cuando Grumelot me propuso desarrollar un proyecto en España, inmediatamente pensé en La Duquesa de Malfi. Ahora, junto al equipo de actores y el dramaturgo Jose Padilla, el trabajo consiste en deconstruir la pieza en sus temas principales, explorar los viajes de los personajes y articular los mecanismos de la trama, pero sobre todo, descubrir cómo contar esta historia con un texto contemporáneo.
He trabajado con Carlota, Iñigo, Javier y Jose repetidas veces a lo largo de los últimos dos años. En los talleres que he impartido en Madrid hemos trabajado juntos sobre obras de Shakespeare: La Tempestad, Julio Cesar, Cómo Gustéis. También he tenido el placer de trabajar con ellos en proyectos de la compañía en su espacio de ensayos en Madrid. Grumelot ensayaba Todos mirábamos al cielo tratando de distinguirla, su producción en torno al calentamiento global, cuando yo me encontraba en Madrid en gira con Cheek by Jowl y amablemente pidieron mi colaboración en el proceso. Fue para mí una gran alegría trabajar con una compañía tan entusiasta y con tanto talento y estoy deseoso de volver a trabajar con ellos durante un proceso más largo en un espectáculo que podamos crear conjuntamente. Con mi experiencia en el trabajo sobre teatro clásico, la inteligencia de Jose para la dramaturgia contemporánea y la voluntad de la compañía de generar un trabajo innovador y comprometido, creo que el proyecto Malcontent es perfecto para iniciar esta primera colaboración artística entre España e Inglaterra.
Owen Horsley, director.
“all discord. without this circumference,
is only to be pitied and not feared”
"toda la discordia, fuera de esta círculo,
es motivo de compasión y no de miedo"
GÉNESIS DEL PROYECTO: LA COLABORACIÓN
“DEVISING [el procedimiento de creación colectiva] es una forma de hacer teatro que permite a los intérpretes ser creativos activa y físicamente en el acto de compartir y dar forma a un producto original que emana directamente de ensamblar, editar y reconfigurar un conjunto de contradictorias experiencias individuales del mundo.”
Alison Oddey.
“Colaboration is the stuff of growth”
“La colaboración es la materia del desarrollo”
Ken Robinson
La consideración del teatro como arte colectivo es esencial al trabajo tanto de Grumelot como de Teatro en Tránsito. Tal vez es esa coincidencia de criterios la que lleva a ambas compañías a colaborar para poner en escena Otro no tengo [Have I None] de Edward Bond.
El director Carlos Aladro y los miembros de Grumelot se encuentran en los talleres de formación de la Abadía y la Compañía Nacional de Teatro Clásico y, posteriormente, desarrollan juntos varios talleres de investigación en torno a textos clásicos.
Grumelot y Owen Horsley confluyen también en talleres de formación y la conexión que se genera es también inmediata.
Decididos a embarcarse en un proyecto consistente en la revisión contemporánea de un texto clásico, Grumelot y Teatro en Tránsito encuentran en Owen Horsley el director ideal.
“This foul melancholy will poison all his goodness”.
"Esta repugnante melancolía envenenará toda su virtud"
MALCONTENT: La insatisfacción como postura crítica
“Oh this gloomy world!
In what a shadow, or deep pit of darkness,
doth womanish and fearful mankind live!”
“¡Oh, lúgubre mundo!
¡En qué tiniebla, o profundo pozo oscuro,
vive la temerosa y amujerada humanidad!”
“Dios, ayúdame a tener fuerza para cambiar las cosas que puedo cambiar y para soportar las cosas que no puedo cambiar, pero, sobre todo, dame inteligencia para comprender la diferencia”.
Thomas More [1478- 1535]
“Este es el momento en el que nosotros podemos encontrar la fuerza para cambiar y comprender por fin que no debemos creer que todo lo que ocurre es inevitable y, por lo tanto, solo podemos soportarlo.”
Roberto Saviano, La máquina del fango, artículo publicado en El País, 30 de enero de 2011.
Si todo depende del color del cristal con que se mire, el mundo del malcontent es oscuro, revelado por un cristal sucio y ahumado, aunque quizá también, y gracias al mismo cristal, más nítido.
Infeliz, agitado e inestable, el malcontent, está insatisfecho, aunque no resentido. Incómodo en el mundo de la obra en la que ha sido escrito, está ansioso por cambiarlo o, cuando menos, enfrentarse a él. Este desencantado, que se para frente al mundo y lo observa con frialdad y disgusto, es heredero de una larga tradición de insatisfechos crónicos entre los que se cuentan Hamlet, Yago, Jaques el melancólico o, incluso, el Antonio de El Mercader de Venecia.
Figura arquetípica del drama renacentista es, las más de las veces, un puente entre espectador y espectáculo: la síntesis del conjunto de espectadores, un personaje con conciencia de habitar una ficción y con la capacidad para comentarla.
En tanto que estilización de una realidad histórica, podríamos ver en los malcontent a toda una generación lúcida de jóvenes -de la que el propio Webster formaría parte junto a Marston Middleton, Dekker, Fletcher o Beaumont- con una sólida formación intelectual, en tiempos de crisis económica y corrupción en la corte. Licenciados y estudiantes buscando fortuna en Londres que, como hiciera en España nuestro Lope de Vega, encontraron un medio de vida en el servicio como secretarios aunque, en diversos casos, el secretario tuviera mayor formación y mejor ingenio que su señor. El retrato del descontento y la frustración de esta generación puede apreciarse en los malcontents websterianos desde Flamineo, secretario del Duque Brachiano en El diablo Blanco, hasta Bosola, intelectual degradado a criado de las caballerizas en Malfi y espía a sueldo de los hermanos de la Duquesa, envilecido macchiavel con conciencia de su propia tragedia.
La disconformidad del malcontent, si bien no siempre conduce a la acción, implica una postura crítica: un intento de vislumbrar el cambio a través de un mundo anquilosado, una conciencia, no tanto necesaria como quizá inevitable, de la oscuridad.
Esta profunda insatisfacción, este desagrado -no como tema sino como actante- nos resultan atractivos: una atmósfera interesante. Respirar malcontent parece adecuado, si no ineludible, aquí y ahora.
“Miserable age, where only the reward of doing well,
is the doing of it!”
is the doing of it!”
"¡Miserable tiempo este en el que la única recompensa por hacer bien
es el propio hacer!”
WEBSTER Y EL CAMBIO DE UN SISTEMA
“The new philosophy puts all to doubt”
"La nueva filosofía lo pone todo en duda"
John Donne
John Webster vive los convulsos años finales del siglo XVI y primeros del XVII en la Inglaterra que creó una extensísima producción dramática conocida hoy día como Teatro Isabelino, denominación que se refiere al conjunto de piezas escritas e interpretadas durante el reinado de Isabel I, aunque los estudiosos la extienden generalmente hasta incluir el reinado de Jacobo I, que subió al trono en 1603, y Carlos I, que le sucedió en 1625, llegando hasta la clausura de los teatros en el año 1642. En el transcurso de tan sólo unos sesenta años, ni siquiera un siglo, se creó un corpus que ha resistido los embates del tiempo y a los cambiantes gustos estéticos e ideológicos, para seguir hablándonos hoy día de los grandes conflictos de la humanidad.
Webster desarrolló su carrera artística en una Inglaterra marcada por la precariedad de las condiciones de vida de las clases menos privilegiadas, por la controversia religiosa, por la inestabilidad política y social y por la incertidumbre espiritual e intelectual de las capas instruidas de la sociedad -en un ethos de inseguridad que no podía paliarse con un nuevo sistema de valores factible-, y por la percepción generalizada de las contradicciones y disparidades que este estado inestable de cosas provocaba.
En la esfera política, la credibilidad del rey estaba ya minada. Jacobo I, era percibido por la corte como un gobernante corrupto, una percepción que confirmaba el comportamiento en público del monarca: el rey se presenta ebrio en actos oficiales, acaricia sin tapujos a sus favoritos en público, y mantiene actitudes ambiguas hacia la iglesia católica (como hijo de la católica María Estuardo) y hacia la brujería.
En un momento de grandes cambios a todos los niveles, asistimos a la evolución de una monarquía absoluta a una sociedad moderna, con sistema parlamentario y monarquía ya constitucional. Sin embargo, este cambio se vive desde la incertidumbre generada por el desajuste entre la ideología del absolutismo y la realidad política del país. Así, la época que nos concierne se considera tránsito de un sistema a otro: una realidad en vertiginoso movimiento en la que reina la inseguridad intelectual, espiritual, social y política. Una inseguridad que provoca un profundo desconcierto entre los miembros de una sociedad que ven cómo sus antaño más preciados valores se muestran ya inoperantes a la luz de las nuevas situaciones o descubrimientos. Esta inestabilidad será quizás la principal fuerza motriz de la cultura inglesa, y dentro de ella, del teatro en particular.
ITALIA COMO METÁFORA DE LA CORRUPCIÓN
“Tenemos que empezar a pensar en épocas de entendimiento –en oleadas de novedad– cuando los argumentos del viejo paradigma ya no son reales, actuales, significativos. […]Pero no puedes saltar directamente desde los sacrificios humanos ancestrales hasta la democracia consumista del s.XXI. Lo que considero que es posible es una nueva comprensión de cómo el entendimiento humano progresa; así el paradigma cautivo del pasado, que era inevitable, deja de serlo.”
Edward Bond
“Para ver lo que tenemos delante de las narices se necesita un esfuerzo constante.”
George Orwell
Como hicieran tanto Shakespeare como los dramaturgos del Siglo de Oro español, Webster toma distancia con respecto a su tiempo y sitúa en Italia la corrupción de la corte de Jacobo I. Italia, Malfi, se convierte así en metáfora, como lo fueran la Polonia de La Vida es Sueño o la Dinamarca de Hamlet.
En un momento en el que, tal y como afirman el dramaturgo Edward Bond o el pedagogo Sir Ken Robinson, podríamos estar asistiendo a un cambio absoluto de paradigma -paralelo tal vez al que sufriera la Inglaterra de principios de XVII-, el análisis de las coordenadas es complejo. Parece necesaria esa distancia: la invención de un espacio de investigación, como en la creación de las condiciones ideales de experimentación en un laboratorio, para tratar de “ver lo que tenemos delante de las narices”.
También nosotros querríamos para este proyecto permitirnos distancia y respetar el espacio elegido por Webster para situar su tragedia: la Italia de Berlusconi y el Vaticano sigue siendo una metáfora perfecta de la corrupción a todos los niveles.
El alto número de partidos que conforman el sistema político italiano, así como el carácter estructural que asumió la corrupción en el país, durante y sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, han hecho que la moderna politología califique de “anómala” la democracia italiana. A esta "anomalía", paradójicamente, Italia debe el crecimiento y la maduración de su actual sistema político el cual, no obstante sus imperfecciones, es imposible no definir como abierto y democrático. Caro, sin embargo, es el precio que ha tenido que pagar. Por un lado, el largo y dañino predominio político del Partido demócrata-cristiano (fue la columna vertebral de todas las alianzas de gobierno de 1946 a 1994) y, por el otro, el irrefrenable incremento de la corrupción en el país que (junto con el temor que infundía en gran parte de la población la constitución de un gobierno comunista) garantizó la permanencia en el poder del partido católico y sus satélites.
JOHN WEBSTER Y JOSE PADILLA
“Why, to know the trick how to make a many lines meet in one centre.”
"¡Cómo! Conociendo el misterio de hacer converger muchas líneas en un sólo centro"
JOHN WEBSTER
“Webster was much possessed by death
and saw the skull beneath the skin”
“Webster estaba poseído por la muerte
y supo ver el cráneo bajo la piel”
T. S. Eliot
“The first quality which all readers recognize, and which may strike the superficial reader as the exclusive or excessive note of his genius and work, is of course his command of terror”
"La primera cualidad que todo lector reconoce, y que puede aparecer al lector poco cuidadoso como nota exclusiva o predominante de su genio y su obra, es, por supuesto, su dominio del terror"
A.C. Swinburne
Como reconoce Josephine Bregazzi, “pocos dramaturgos han sido tan vilipendiados como Webster”. Sin embargo, la segunda mitad del siglo XX le recupera reconociéndole vuelo dramático a la altura de los grandes clásicos renacentistas, y la crítica moderna sigue quedando estupefacta ante su dominio del lenguaje teatral y su concepción no lineal de la estructura dramática. Las piezas de Webster, y en especial sus dos grandes obras: La Duquesa de Malfi y El diablo blanco, se construyen como “una sucesión de imágenes –de nuevo en palabras de Bregazzi- con las que se impacta al espectador para despertar en él una consciencia de los temas en juego”; una secuencia caótica y correlativa que, según Inga-Stina Ewbank “parece construir un continuo cambio de perspectiva”. Según J.R. Brown, el arte dramático de Webster, como el del pintor, realinea “los elementos de la composición en una sucesión que sugiere interrelaciones menos obvias, nuevas aristas y, repentinamente, simplificaciones formales, en una serie en la que las escenas se hacen eco unas a otras”.
Un velo de oscuridad se extiende sobre los datos biográficos de Webster. Se estiman su nacimiento alrededor de 1578 ó 1579 y su muerte alrededor de 1630. Su padre regentaba un negocio de fabricación de carruajes destinados tanto al transporte de prostitutas y criminales condenados a muerte como a desfiles públicos y fastos de la nobleza. Es muy posible que Webster asistiese a la escuela de la Company of Merchant Taylors, de la que su padre fue miembro. Más tarde, allá por 1598, Webster estudiaría leyes en los Inns of Court londinenses donde conociese a Marston y Ford, con los que más adelante colaboraría en distintas ocasiones; y, aunque de su interés por las leyes podamos encontrar influencia en toda su obra, no sería otra sino la del teatro la actividad a la que dedicase su vida.
Las primeras menciones que de él pueden encontrarse como dramaturgo aparecen en 1602, en los documentos del empresario teatral del momento Phillip Henslowe. Por estas fechas Webster, un joven intelectual tratando de hacerse un hueco en el teatro profesional londinense, está ya trabajando en equipo –con Michael Drayton, Thomas Dekker, Thomas Middleton y Anthony Munday- en una serie de piezas históricas hoy perdidas y, junto a Thomas Dekker, en Christmas Comes but Once a Year [1602], Sir Thomas Wyatt [que se imprimiría en 1607], y las comedias urbanas Westward Ho [1604] y Northward Ho [1605].
Pronto debió empezar a trabajar para la recién creada The King´s Men -la compañía autorizada a llevar la librea del rey Jacobo I formada en 1603 por los Chamberlain’s Men de Shakespeare-, pues ya en 1604 versiona para ellos The Malcontent de John Marston añadiendo, a modo de prólogo, su famosa Induction.
Si bien, tal y como afirma Jeffrey Masten, “la escritura en colaboración fue el modo dominante de producción textual en el Renacimiento inglés” y por tanto práctica común a todos los dramaturgos de la época, Webster es paradigmático en tanto que autor-colaborador: de los catorce títulos que se le atribuyen tan solo tres fueron publicados bajo su firma en solitario.
Entre 1605 y 1612, sólo hay silencio. Ninguna obra en la que Webster hubiera trabajado se estrena o publica en este periodo de 7 años. Pero es después de esta pausa cuando comienza el periodo más importante de su trabajo como dramaturgo y cuando aparecen las dos grandes obras por las que será reconocido, junto con Marlowe y Shakespeare, como uno de los más grandes poetas dramáticos en lengua inglesa. 1612 ve el estreno de The White Devil y, antes de diciembre de 1614, The King’s Men representan por primera vez The Duchess of Malfi.
JOSE PADILLA
Jose Padilla ha versionado textos clásicos y contemporáneos [Cloud Nine para La Ensemble; Otelo para La Chanza Teatro; Reventado y Otro no Tengo para Grumelot] y ha bebido de clásicos de la literatura dramática universal para la creación de textos originales que, partiendo de la tradición, conectaran con el público contemporáneo y hablaran de su propio tiempo. De este encuentro surgen piezas como Fly with me, basado en 11-s de Michel Vinaver, o Fuenteovejuna en llamas, basado en la inmortal pieza de Lope de Vega y la versión que de la misma hiciera Reiner Werner Fassbinder. En colaboración con Pedro Víllora, escribe La Gatomaquia, que fusiona el poema de Lope del mismo título con las estructuras dramáticas de La Dorotea.
Entre sus textos originales se cuentan Cuando llueve vodka, estrenado por Grumelot, El grito Vertical, publicado por la Universidad de Valencia o Porno Casero, estrenado en 2010 por Teatro Portátil con dirección de Luis Luque.
En el verano de 2010 Padilla participará en L´Obrador de l´estiu, el taller de dramaturgia contemporánea que todos los años organiza la Sala Beckett de Barcelona y que este año dirige Simon Stephens del Royal Court Theatre de Londres.
“through fights and threat’ nings will assay this dangerous venture.”
"por entre luchas y amenazas emprenderemos esta peligrosa aventura"
TRAYECTORIAS
TEATRO EN TRÁNSITO
Teatro en Tránsito es un proyecto de Carlos y Federico Aladro, configurado como una compañía de teatro independiente con vocación de servicio público, y para el que han reunido desde 2008 a un grupo de jóvenes profesionales de reconocida y dilatada trayectoria en el teatro madrileño, en el desarrollo de tres producciones.
A partir de una concepción del teatro como bien cultural, como lugar de encuentro, Teatro en Tránsito ha llevado a cabo la puesta en escena de textos del repertorio universal, poniéndolas al alcance de los ciudadanos. Aunando la experiencia de creación y gestión en el teatro institucional e independiente, los conocimientos técnico-artísticos, la concepción eminentemente lúdica del hecho escénico y el compromiso de un cualificado grupo de profesionales, estamos generando espectáculos con aspiración de llegar a la mente, los corazones y los cuerpos de los espectadores.
Teatro en Tránsito ha llevado a escena El cuerdo loco, un Lope de Vega apenas conocido, en un espectáculo con un trabajo de investigación actoral inusual en el Teatro Clásico español. Un ejercicio de cuerda locura con un reparto de lujo encabezado por Israel Elejalde, Beatriz Segura, Manuela Paso, Juan Ribó y Chema Ruiz, Álex García, Quique Fernández, Emilio Gómez y Toni Márquez que se estrenó en 2008 en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares, dentro del Festival Clásicos en Alcalá. También se pudo disfrutar en la Iglesia de las Bernardas, dentro del Festival de Almagro; en la Corrala Palacio del Caballero, dentro del Festival de Olmedo; en el Teatro Federico García Lorca, de San Fernando de Henares; en el Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes; en el Teatro Palacio Valdés de Avilés, y en el Teatro Adolfo Marsillach de San Sebastián de los Reyes.
El último proyecto de Teatro en Tránsito, Psicosis 4:48 de Sarah Kane, ha sido estrenado en noviembre de 2010 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y presentado en Madferia 2011 en el Teatro de La Abadía. La actriz Beatriz Argüello pone la voz y el cuerpo al servicio de un monólogo que dialoga a solas con el espectador y cuyo verdadero escenario es la propia conciencia del público. El reflejo de un mundo que se destruye a sí mismo, de la locura al suicidio. Una metáfora sobre el mal de nuestra civilización, capitalismo y depresión, síntoma de crisis y toma de conciencia de la necesidad de un cambio de rumbo.
GRUMELOT
Carlota Gaviño, Javier Lara, Jose Padilla e Iñigo Rodríguez-Claro constituyen Grumelot en 2004 con el objetivo de producir espectáculos teatrales basados en la consistencia del trabajo actoral mediante la creación de un elenco estable y el ensamblaje de todas las disciplinas en función de este trabajo interpretativo de calidad; con especial interés en la traducción, adaptación y creación de textos.
Tras Reventado de Sarah Kane, primer espectáculo de la compañía, dirigido por Ramón Serrada Yagüe y estrenado en la Sala Lagrada de Madrid, la compañía estrena en 2005, bajo la dirección de Iñigo Rodríguez-Claro, un texto de Jose Padilla creado a partir de la investigación actoral y de una idea original desarrollada por el elenco al completo. Cuando llueve vodka –una comedia romántica iconoclasta y trepidante- fue la ganadora del I Certamen de Jóvenes Directores del Teatro Ítaca en Madrid en 2005.
Grumelot ha colaborado también con la RESAD desde la dirección y la creación de textos para Talleres finales de Interpretación. Estos talleres han cristalizado en los espectáculos Fly with me, Fuenteovejuna en llamas y El bosque de los locos de Caryl Churchill, todos ellos con dramaturgia de Jose Padilla y codirigidos por Carlota Gaviño e Iñigo Rodríguez-Claro, junto a Mariano Gracia.
Fruto del Taller de Teatro en la Inmediatez que la compañía organiza en Madrid en mayo de 2010, nace Todos mirábamos al cielo tratando de distinguirla, un espectáculo breve creado en cuatro semanas sobre la vulnerabilidad del ser humano en contextos de magnitudes que se nos escapan y sobre nuestra necesidad de controlar lo incontrolable en un mundo sacudido por el cambio climático. Siguiendo esta línea de trabajo de creación en colectivo y en periodos de producción reducidos, Grumelot estrena, tras un proceso de tan solo diez días desarrollado en Santa Cruz de Tenerife en diciembre de 2010, su último espectáculo hasta la fecha: Teatro Inminente: Una ficción a propósito del 25 de julio de 1797, un espectáculo en torno a las diversas actitudes que el ser humano adopta ante el devenir histórico y la amenaza del cambio; una ficción que, partiendo del acontecimiento histórico como relato, pretende desvelar la memoria como constructo y requisito para la conformación de la identidad.
GRUMELOT EN TRÁNSITO: OTRO NO TENGO de Edward Bond
Teatro en Tránsito y Grumelot colaboran por primera vez en 2009 para llevar a escena Otro no tengo [Have I None] de Edward Bond, dirigido por Carlos Aladro y con Carlota Gaviño, Javier Lara e Iñigo Rodríguez-Claro sobre el escenario. Esta experiencia supuso el estreno absoluto en español, con traducción a cargo de Jose Padilla y Carlos Aladro, de este thriller psicológico, futurista y aterrador, pero cargado de un sentido del humor cercano al absurdo, sobre los instrumentos de control de nuestras sociedades y los que las gobiernan, retrato de una sociedad apática en la que el consumo ha domesticado a la razón y de un futuro donde el pensamiento y la memoria han sido prohibidos. Edward Bond, aunque desafortunadamente desconocido en España, es el dramaturgo vivo más importante de la segunda mitad de nuestro siglo XX, con una obra enriquecedora que habla del presente más inmediato desde una rotunda lucidez. Subvencionado por la Comunidad de Madrid y el Gobierno de Canarias, Otro no tengo fue estrenado en 2009 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
De esta primera colaboración nació un vínculo creativo entre las compañías y sus miembros que no se ha roto desde entonces y que posibilita ahora que, uniendo fuerzas y talentos, nos embarquemos en la producción de un espectáculo como Malcontent, para el que hemos querido invitar a Owen Horsley, un director emergente en los escenarios ingleses al que admiramos y con el que compartimos no sólo un concepto de teatro sino una visión del mundo.
OWEN HORSLEY
Curtido en el trabajo sobre textos clásicos en el seno de la compañía Cheek by Jowl, de la que actualmente es Director Adjunto, Owen Horsley ha centrado su brillante aunque incipiente carrera en torno al teatro renacentista inglés. Además de poner en escena Romeo y Julieta -para Love and Madness Theatre Company- y Eduardo II de Marlowe -primer espectáculo de su compañía londinense, Eyestrings- el director ha estrenado la ópera prima del prometedor dramaturgo Benjamin Askew: In bed with Messalina, un drama contemporáneo escrito en verso blanco pero que hace uso de un lenguaje absolutamente actual [la primera línea - “Oh Fuck! Oh Fuck! Oh Fuck! We’re fucked! Oh fuck!”- se ajusta perfectamente al ritmo del pentámetro yámbico y repite la que quizás es la interjección más usada en el inglés contemporáneo]. El espectáculo sobre la controvertida emperatriz romana es, no sólo una reflexión sobre la ambición y la fama, sino también un ejercicio de estilo que establece con el espectador moderno una comunicación directa basada en la forma poética por excelencia en lengua inglesa.
“we are merely the stars’ tennis balls, struck and banded which way please them.”
"somos tan solo pelotas de tenis para las estrellas, golpeadas y agrupadas a su gusto"
ELENCO
CARLOTA GAVIÑO
Nacida en Santa Cruz de Tenerife, es licenciada en Arte Dramático por la RESAD. Completa su entrenamiento como actriz en el Teatro de La Abadía, la Michael Chejov Assotiation (MICHA) en Estados Unidos y la Royal Academy of Dramatic Arts (RADA) en Londres y en talleres de formación con maestros como John Wright o Cicely Berry.
Entre sus trabajos teatrales destacan Youth and Will, dirigido por Brigid Panet y estrenado en el FRINGE Festival, Edimburgo; Otro no tengo (Have I none) de Edward Bond, dirigido por Carlos Aladro para Teatro en Tránsito y Grumelot 03; The merchant of Venice, producción de la RADA dirigida por Nona Shepard y estrenada en el Jerwood Vanbraugh Theatre, Londres; La dama del mar (2008) de Henrik Ibsen, dirigido por Robert Wilson; Divinas palabras de Valle-Inclán, dirigido por Gerardo Vera en el Centro Dramático Nacional (2006); Cara de plata de Ramón María del Valle-Inclán, dirigido por Ramón Simó en el CDN (2005).
En televisión ha intervenido en La tira (2008) y El internado (2009) ambas de GLOBOMEDIA.
JAVIER LARA
Actor cordobés, nacido en 1978. Licenciado en Arte Dramático por la RESAD.
Ha ampliado su formación en España y Estados Unidos con Benito Zambrano, José Carlos Plaza, Mariano Barroso, Vicente Fuentes o Fabio Mangolini, Bernard Hiller, Joanna Merling, Owen Horsley, Lenard Petit y John Wright, entre otros.
De sus papeles en el teatro destacan, su trabajo en El Avaro de Moliere dirigido por Jorge Lavelli, Otro no tengo (Have I None) dirigida por Carlos Aladro para Teatro en Tránsito y Grumelot; Avaricia, lujuria y muerte de Valle-Inclán, Centro Dramático Nacional (CDN), dirigido por Alfredo Sanzol, Salvador Bolta y Ana Zamora, La noche de San Juan, de Lope de Vega, dirigido por Helena Pimenta en 2008 con la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC); Las bizarrías de Belisa, de Lope de Vega, dirigido por Eduardo Vasco en 2007 con la Joven CNTC; Un enemigo del pueblo, de Henrik Ibsen, dirigido por Gerardo Vera en el CDN; Risas y destrucción de Alfredo Sanzol con Producciones El Callao; Divinas palabras, de Ramón María del Valle-Inclán, dirigido por Gerardo Vera para el CDN (2006); Cloud Nine (En una nube), de Caryl Churchill, dirigido por Goyo Pastor para el Festival Escena Contemporánea 2005; Cuando llueve vodka, de Jose Padilla, dirigido por Íñigo Rodríguez-Claro, Grumelot; Medea material, de Heiner Müller, dirigido por Vicente León en 2004 para la Compañía La Esquirla, entre otras.
En cine ha trabajado en las películas La voz dormida dirigida por Benito Zambrano, Matar al ángel de Daniel Mújica; y en el corto Retrato, realizado por T.A.I. y producido por Caja Segovia. En televisión ha trabajado en series como Aida, Cuestión de sexo, Amar en tiempos revueltos y Ana y los siete, entre otras.
JOSE PADILLA
Nacido en Santa Cruz de Tenerife y licenciado en Arte Dramático por la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid [RESAD], ha completado su formación en talleres con Norman Taylor, Adrián Daumas, Marta Schinca, Fabio Mangolini o Owen.
Entre sus trabajos como actor destacan La dama duende, de Calderón de la Barca, bajo la dirección de Gabriel Garbisu, Amara Producciones; La Gatomaquia, de Lope de Vega con La Ensemble, para el Festival de Almagro 2008, Para que yo me llame Ángel González y Cloud 9 (En una nube) de Caryl Churchill también con La Ensemble, bajo la dirección de Goyo Pastor; El Licenciado Vidriera y El Coloquio de los Perros, ambas de Miguel de Cervantes y con dirección de Pepe Ortega; Fuenteovejuna en llamas, de Lope de Vega y R. W. Fassbinder con dirección de Mariano Gracia; Cuando Llueve Vodka, de Jose Padilla con Grumelot 03 y bajo la dirección de Iñigo Rodríguez-Claro; Las Ferias de Madrid de Lope de Vega, para Fomento de las artes y el espectáculo, bajo la dirección de José Luis Tutor.
IÑIGO RODRÍGUEZ-CLARO
Licenciado por la RESAD [Real Escuela Superior de Arte Dramático], ha realizado talleres de técnica actoral con Marta Carrasco, Cicely Berry, Vicente Fuentes, Carlos Aladro, Helena Pimenta, Owen Horsley o John Wright.
De sus trabajos teatrales como actor caben destacar: El condenado por desconfiado de Tirso de Molina, dirigido por Carlos Aladro para la Compañía Nacional de Teatro Clásico; Otro no tengo [Have I None] de Edward Bond, dirigido por Carlos Aladro y producido por Grumelot y Teatro en Tránsito; In bed with Messalina de Benjamin Askew, dirigida por Owen Horsley para el Courtyard Theatre de Londres, La noche de San Juan, de Lope de Vega, dirigido por Helena Pimenta en 2008 con la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC); Las bizarrías de Belisa, de Lope de Vega, dirigido por Eduardo Vasco en 2007 con la Joven CNTC.
En la pequeña pantalla le hemos podido ver en las series El Comisario y Cuéntame.
Debuta como director en el marco del Festival de Teatro Joven de la Comunidad de Madrid los espectáculos teatrales Nadie en ninguna parte (1999) y Tierra y Mar (2000). Como director artístico de Grumelot 03 ha estrenado Todos mirábamos al cielo tratando de distinguirla y Cuando llueve vodka (2005) -ambas de José Padilla-, esta última, ganadora del Certamen Jóvenes Directores de la Sala Ítaca. Junto a Mariano Gracia, ha codirigido los Talleres de Interpretación de la RESAD Fly with me (2007) y Fuenteovejuna en llamas (2007) ambas de José Padilla y El Bosque de los Locos de Caryl Churchill (2008).
JUAN BLANCO
Licenciado en Arte Drámatico por la ESAD del Principado de Asturias, completa su formación en Madrid con Ernesto Arias, Blanca del Barrio, Carles Montoliú, Will Keen o Owen Horsley. Hemos podido verle protagonizando el espectáculo ganador del Max Revelación 2009, Almaelectra, dirigido por Borja Roces, por el que fue nominado como mejor actor en los Premios OH! 2010. Otros trabajos incluyen El canto del tiempo, dirigido por M. Sacristán, Kuzbu de Manuel Badás, Historias de Martín Villalba, dirigido por Etelvino Vázquez o Calígula, dirigido por Andrés P. Dwyer.
Con Grumelot ha participado en Todos mirábamos al cielo tratando de distinguirla.
“I know not which is best”
"No sé cuál de ellos es mejor"
EQUIPO ARTÍSTICO
OWEN HORSLEY, dirección.
Formado en el Drama Centre de Londres, este joven director escocés ha sido desde 2006 ayudante de dirección de Declan Donnellan en Cheek by Jowl en los espectáculos The Changeling, Cimbelyne y Troilo y Crésida. Nombrado Director Adjunto de la compañía en 2010, durante todo el pasado año ha estado al cargo de la gira internacional de Macbeth.
Como pedagogo ha impartido talleres sobre textos clásicos en España e Inglaterra.
Como director ha estrenado Romeo y Julieta [2009] para Love and Madness Theatre Company, de gira en el Reino Unido y, con su propia compañía Eyestrings In bed with Messalina de Benjamín Askew en el Courtyard Theatre en Londres y Eduardo II de Christopher Marlowe en la Cripta de St. Andrew en Holborn, Londres.
En crítica a su Romeo y Julieta, Clare Loveridge -del diario Curtain’s Up- ha dicho que “su versión del clásico tiene elegancia estructural y expone su intemporal relevancia.”
Lyn Gardner, crítica teatral de The Guardian, ha dicho de él y su Eduardo II:
“En un sensacional momento teatral, el joven príncipe, en dos tiempos simultáneos, contempla su propio futuro mientras parece asistir a la muerte de su padre. Horsley, obviamente, promete.”
CARLOS ALADRO, Producción Ejecutiva.
De familia proveniente del mundo de las letras —su padre, Carlos Luis Aladro fue Premio Nacional de Teatro Infantil, y su madre, Julia Arroyo, periodista y crítico de teatro— es Licenciado en Interpretación y Dirección de Escena por la RESAD, donde fue becado para estudiar en el Reino Unido, además de realizar numerosos cursos y seminarios.
En la actualidad es Coordinador artístico del Corral de Comedias de Alcalá de Henares, cuya gestión depende del Teatro de La Abadía, donde ha dirigido Garcilaso, el cortesano, espectáculo galardonado con el Premio José Luis Alonso 2004 al mejor director joven concedido por la ADE; Terrorismo, de los Hermanos Presnyakov, estrenada en 2006, La Ilusión de Corneille, en versión de Tony Kushner, espectáculo finalista a la Mejor Dirección en los premios ADE 2007, y Medida por medida, de Shakespeare.
Ha colaborado con la compañía Rakatá, dirigiendo Desde Toledo a Madrid, de Tirso de Molina, presentada en el Festival de Almagro en 2006, y como adjunto a la dirección de Lawrence Boswell en El Perro del Hortelano, presentada en el Festival Clásicos en Alcalá de 2007.
Con su propia compañía, Teatro en Tránsito estrenó, en el Festival Clásicos en Alcalá 2008, El cuerdo loco de Lope de Vega, en versión de Azucena López-Cobo y Carlos Aladro, llevó a escena por primera vez en castellano Otro no tengo [Have I None] de Edward Bond y la pasada temporada presentó Psicosis 4.48 de Sarah Kane con Beatriz Argüello sobre el escenario. Recientemente ha estrenado para la Compañía Nacional de Teatro Clásico El condenado por desconfiado de Tirso de Molina, y ha dirigido en Lisboa a la popular actriz portuguesa Beatriz Batarda en De hombre a hombre, de Manfred Karge, y al Premio Pessoa Luis Miguel Cintra en El constructor Solness, de Henrik Ibsen, para la prestigiosa compañía Teatro da Cornucopia.
FEDERICO ALADRO, Dirección de Producción
Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, realizó el curso de Gestión y Producción de Espectáculos en el Centro de Tecnología del Espectáculo. Se dedica al mundo de la producción y gestión teatral desde el año 1998.
Entre otros trabajos, ha sido responsable de la administración y gestión de la Compañía Teatro de la Danza de Madrid y su escuela desde el año 2000 hasta 2006, donde participó en las siguientes producciones: El Verdugo, Por un sí o por un no, Las bicicletas son para el verano, con dirección de Luis Olmos; La Gaviota, Los días felices, La casa de Bernarda Alba, dirigidas por Amelia Ochandiano; Arte, de Barbotegi, Alejandro Colubi y Josep Mª Flotats, con dirección de Josep Mª Flotats.
Con Concha Busto ha participado en la producción de Paseando a Miss Daisy dirigida por Luis Olmos. Con Fundiciones Teatrales C2 Don Quijote en la niebla y Johnny cogió su fusil, dirigida por Jesús Cracio. Con Producciones Inconstantes, La vida del revés dirigida por Emilio del Valle.
Se ha responsabilizado de las gerencias en gira de Los días felices y Don Quijote en la Niebla.
Es fundador, junto a su hermano Carlos Aladro, de la compañía madrileña Teatro en Tránsito.
ÁNGEL GALÁN, Espacio Sonoro
Titulado Superior por el Conservatorio Superior de Música de Salamanca, con la catedrática de piano Miriam Gómez-Morán, se ha especializado en Acompañamiento Vocal gracias al maestro Javier Sanmiguel y en Música de Cámara con Alberto Rosado y Kennedy Moretti. Ha realizado diferentes cursos de especialización musical, desde el Taller Lírico Master Class de la Universidad Carlos III, pasando por el Curso Internacional de Lied de Juventudes Musicales, hasta el Curso Internacional de Piano de Gijón. Diplomado en Magisterio en la especialidad de Música por la Universidad de Salamanca, posee experiencia docente en todos los niveles educativos.
Como músico de escena ha trabajado para la Compañía Nacional de Teatro Clásico en los montajes: El Castigo sin venganza de Lope de Vega dirigido por Eduardo Vasco, La Tragicomedia de Don Duardos de Gil Vicente dirigida por Ana Zamora, Los Romances del Cid, versión de Ignacio García May dirigida por Eduardo Vasco. Seleccionado para formar parte de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico, ha realizado también la música en escena de Las Bizarrías de Belisa de Lope de Vega, dirigida por Eduardo Vasco y La Noche de San Juan también de Lope de Vega, dirigida por Helena Pimenta. Actualmente forma parte del segundo elenco joven con el que ha participado en los espectáculos La Moza del Cántaro y Todo es enredos amor.
Colaborador habitual de Grumelot, realiza la dirección musical de Otro no Tengo y Todos mirábamos al cielo tratando de distinguirla.
AGUSTÍN BATISTA, Escenografía y Vestuario
Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de La Laguna (Tenerife)
Entre sus trabajos relacionados con las artes escénicas destaca: Dirección artística y diseño del espacio sonoro de Romeo y Julieta de Workgroup, Teatro de Investigación, dirigida por Óscar Miranda. Realización audiovisual y composición musical de las Jornadas de Poesía en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares, dirigidas por Aurora Luque y J. R. Trujillo. Diseño de Espacio Sonoro de Gluglu Dreams, de Workgroup, Teatro de Investigación, dirigida por Óscar Miranda. Composición musical de Momo de Miraclaun Teatro, dirigida por Verónica Pérez. Realización audiovisual de las Jornadas de Poesía en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares dirigidas por Julia Barella y Julia Uceda. Realización audiovisual de El peso de la pureza de Mauricio Barría, dirigida por Antonio López-Dávila. Diseño gráfico de La Bala en el Vientre de Marco Canale, dirigida por Angel Ojea. Producción: R.E.S.A.D. Diseño gráfico y realización audiovisual de Los Restos Fedra de Raúl Hernández Garrido Dirigida por Antonio López-Dávila y Carlos Rodríguez. Producción: R.E.S.A.D.
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